¿Es posible que un
agente secreto de las SS haya llegado a las costas argentinas a través de un
submarino?
Finalizada la segunda guerra
mundial una gran cantidad de submarinos pertenecientes a la flota del Tercer
Reich quedaron varados por el mundo. Las páginas de los libros de historia
cuentan que, bajo órdenes contradictorias algunos se auto-hundieron y otros se
entregaron a las fuerzas aliadas. Las costas patagónicas fueron el marco de
sucesos de este tipo.
Después de la rendición alemana,
se entregó el 10 de Julio de 1945 el submarino U-530 con Otto Wermuth como
comandante. El 25 de ese mismo mes un informe de la Armada Argentina
estableció un patrullaje aéreo y naval de la zona debido a la presencia de un
submarino en la zona de Claromecó. En los meses siguientes varios documentos
secretos de la Armada
señalan el avistaje de submarinos o
periscopios cerca de San Clemente del Tuyú y Necochea. El 17 de Agosto de 1945
el submarino U-977 se entregó en Mar del plata comandado por Heinz Schaeffer.
Las costas patagónicas se llenaron de rumores sobre submarinos desembarcando en
la niebla, sobre retazos de estos aparatejos vislumbrados en períodos de
bajamar y sobre forasteros con un marcado acento alemán.
Todos estos datos (nombres de
militares y fechas) coinciden perfectamente con los relatos detallados en los
capítulos 23-27-36 del Séptimo bastón, por ende podemos decir que la trama del
agente Nazi y su espectacular arribo (gran capitulo 23 de la novela) está
basado en hecho reales que están bien documentados.