viernes, 8 de junio de 2012


¿Es posible que un agente secreto de las SS haya llegado a las costas argentinas a través de un submarino? 


Finalizada la segunda guerra mundial una gran cantidad de submarinos pertenecientes a la flota del Tercer Reich quedaron varados por el mundo. Las páginas de los libros de historia cuentan que, bajo órdenes contradictorias algunos se auto-hundieron y otros se entregaron a las fuerzas aliadas. Las costas patagónicas fueron el marco de sucesos de este tipo. 


Después de la rendición alemana, se entregó el 10 de Julio de 1945 el submarino U-530 con Otto Wermuth como comandante. El 25 de ese mismo mes un informe de la Armada Argentina estableció un patrullaje aéreo y naval de la zona debido a la presencia de un submarino en la zona de Claromecó. En los meses siguientes varios documentos secretos de la Armada señalan el avistaje  de submarinos o periscopios cerca de San Clemente del Tuyú y Necochea. El 17 de Agosto de 1945 el submarino U-977 se entregó en Mar del plata comandado por Heinz Schaeffer. Las costas patagónicas se llenaron de rumores sobre submarinos desembarcando en la niebla, sobre retazos de estos aparatejos vislumbrados en períodos de bajamar y sobre forasteros con un marcado acento alemán.
Todos estos datos (nombres de militares y fechas) coinciden perfectamente con los relatos detallados en los capítulos 23-27-36 del Séptimo bastón, por ende podemos decir que la trama del agente Nazi y su espectacular arribo (gran capitulo 23 de la novela) está basado en hecho reales que están bien documentados.